Producción Porcina en Argentina, de la atomización a la concentración

Pig Production in Argentina, from atomization to concentration

Opinion JUAN LUIS UCELLI
porcinos

Abstract
Argentina ha recorrido un camino hacia la concentración del Sector Porcino que se encuentra en un punto medio, pero que condiciona tanto la viabilidad de algunas producciones pequeñas y medianas no solo por las inversiones, sino fundamentalmente por la eficiencia obtenida de cada establecimiento. 
En el año 1996 para poder alcanzar el 50% de los animales faenados anuales, se necesitaban la producción de 1.760 establecimientos que representaban el 32% del total de establecimientos. En el año 2018, 24 años después, el 50% de la faena se obtiene con la producción de tan solo 99 establecimientos, el 2% de todos los establecimientos.

Argentina's pork industry has traveled a path towards the concentration of the economic sector. This path has led by the economic viability of small and medium farms being conditioned, not only by their restricted access to capital for investments, but also by the productive efficiency of each establishment.
In 1996, to reach 50% of pigs slaughtered throughout the country, the production of 1,760 establishments representing 32% of the total farms in the country was needed. In 2018, 24 years later, 50% of these pigs are obtained with the production of only 99 establishments, 2% of all farms in Argentina.

Un poco de historia
Podemos hacer una revisión de lo sucedido con el cerdo en Argentina con tres análisis diferentes.
El primer análisis lo podemos dividir en cuatro etapas. La primera etapa comienza con los cerdos que trajeron los primeros españoles que se reprodujeron de forma natural y llega hasta los primeros años del siglo XX. Es una etapa no productiva, ni organizada. La segunda etapa que consiste en la incorporación de una incipiente mejora de razas, un principio de manejo sanitario, cierta organización y con la exportación de cerdos
principalmente a Europa en un comienzo y luego a Sud América, comienza en los primeros años del siglo XX y llega hasta principios de la década de 1990. La tercera etapa es relativamente corta de apenas 12 años y termina en los años 2002/3. Se caracteriza por la tecnificación de las granjas, la especialización de los profesionales, la inclusión de la genética, la definición de dietas especiales y el saneamiento de enfermedades del país, se dejo de producir chanchos y comienza la producción de cerdos. Otra característica importante es la importación de carne porcina con exportación nula. Por último en la cuarta etapa, en la que estamos, la podemos definir como la de producción de carne porcina de calidad, con el objetivo de ofrecer un producto sano, saludable y sabroso al consumidor. En esta etapa también se vuelve a la exportación, de una forma distinta a la realizada en el siglo pasado.
El segundo análisis que se puede hacer es sobre la utilización de la carne de cerdo. Durante el siglo XX la mayor producción de cerdos se alcanzó en el año 1944, con la curiosidad que la mayoría de la población de nuestro país era inmigrante, con gran parte de europeos que consumían mucho cerdo y que lo querían seguir haciendo aquí, pero la oferta de carne vacuna políticamente muy barata obligó a destinarla no para consumo como fresca, sino a través de chacinados. El record de producción del año 1944, se puede superar recién en el
año 2006, a partir del cual, todos los años subsiguientes se sigue aumentando la cantidad de cerdos producidos. El giro fundamental fue la decisión de cambiar la matriz de uso de la carne de cerdo a través de los chacinados y promover el consumo local como carne fresca, llegando a nuestros días con el 80% de uso en dicha forma. 
El último análisis histórico evolutivo que podemos agregar es la importancia que tenía la actividad en los propios productores. En casi todo el siglo XX la producción porcina era secundaria a la agricultura o terciaria a la agricultura y ganadería vacuna. En muchos casos hasta cumplía la función de caja chica de la explotación al tener una venta más variable que la propia agricultura o ganadería vacuna. En la década de 1990 esta forma de uso en muchos casos fue reemplazada por el silo bolsa, que también ofrecía la venta escalonada durante el año, y no requería 365 días de trabajo. En dicha década empiezan a aparecer los primeros criaderos de cerdos de forma exclusiva como negocio. De pasar de ser actividad secundaria o terciaria, pasó a ser actividad primaria de la explotación. Esto, como ya lo comentamos, exigió la especialización de profesionales y personal de trabajo, dando comienzo a la producción de cerdos como empresa.

¿Hacia una concentración del negocio?
Hecha la introducción en el tema, queremos comparar los datos de cantidad de productores, la cantidad de madres y cuantos productores o establecimientos conformaban el 50% de la faena general del país, para determinar la evolución en la concentración. 
El estudio parte de datos estadísticos y oficiales en el año 1996 y muestra los cambios que se produjeron cada 8 años hasta el 2018 y no contempla las altas y bajas que se dieron en el medio de los años citados.

cuadro 3
En el Cuadro No1 partimos del año 1996 con una cantidad importante de madres y productores, con una muy baja eficiencia por madre que no llegaba a los 7 capones/madre/año. En dicho año se necesitaron 1.760 productores para llegar al 50% de la faena total. Esta cifra de productores representaba el 32% del total de productores. 
Continuamos con el año 2002, año de la gran devaluación y donde todas las variables económicas se cayeron. En 8 años habían bajado mucho la cantidad de productores y de madres y la eficiencia estaba cerca de los 10 capones/madre/año, mejor que en el año 1996 pero baja en referencia a los valores internacionales. Se necesitaron 680 productores/establecimientos para llegar al 50% de la faena total, un 23% de la cantidad
total de productores de dicho año.

En el año 2010 se notaron los crecimientos tanto en productores como en madres y la eficiencia ya superaba los 15 capones/madre/año, pero cabe remarcar que el crecimiento de madres con respecto al 2002 fue del 33% y el de establecimientos/producto res del 17%. Se comienza a notar un crecimiento de los establecimientos grandes y con tan solo 275 establecimientos, ya no hablamos de productores, se llegaba al 50% de la faena total. Esto representaba tan solo el 8% de los productores totales.

Finalmente el año 2018 se aumenta fuertemente la cantidad de madres y también de productores, que comparadas con el 2010 da un 60% de aumento en madres y un 33% en establecimientos. La eficiencia supera los 20 Capones/madre/año promedio. Ahora solo se necesitan 99 establecimientos para completar el 50% de la faena total, tan solo el 2% de los establecimientos/productores totales.

cuadro 2
En el cuadro No2 podemos observar el detalle del año 2018 y la gran diferencia de eficiencia entre el primer grupo (9.3 Capones/madres/año) y el tercer grupo (28.2 capones/madre/año) razón por la cual un crecimiento de una madre en el tercer grupo produce el equivalente de 3 madres del primer grupo. La alta inversión y la mayor eficiencia dan mayores probabilidades de éxito a los establecimientos más grandes


Conclusiones
La primera conclusión a la que podemos llegar es que se pasó de una atomización a fines del siglo XX a una concentración aun moderada en la actualidad, en el Sector Porcino Argentino. Lo moderada sale de la comparación de lo que sucede en otros países donde menos de 10 empresas tienen más del 50% de la faena. En principio se ve como un camino irreversible.
La segunda conclusión tiene a las inversiones como una limitante en el crecimiento del sector, por su alto costo comparado con otras producciones pecuarias, condicionando la eficiencia obtenida y esto también delimita la posibilidad de participación en el negocio. 
Finalmente la tercera conclusión es que el asociativismo tanta veces mencionado, ya no es indispensable para la producción de baja eficiencia, sino totalmente necesaria para la producción media, con granjas que van de las 150 madres a las 650 madres.


Ing. Zoot. Juan Luis Uccelli
Consultor del Sector Porcino