El sector porcino de EE.UU. se une para elaborar una estrategia nacional de sanidad animal

La salud del ganado porcino estadounidense es crucial para el sustento de los ganaderos y el futuro de la industria cárnica. Los productores luchan tanto contra las enfermedades endémicas cotidianas como contra la amenaza inminente de las enfermedades animales exóticas (EAP) que podrían devastar sus medios de vida.

Internacionales

porcinos-520x245

Por ello, la Junta Nacional de Porcino (NPB), en colaboración con socios clave de la industria, como el Consejo Nacional de Productores de Porcino (NPPC), está desarrollando activamente una Estrategia Nacional de Sanidad Porcina integral.  

Meredith Petersen, DVM, PhD, MPH y directora de salud porcina de NPB, destacó que "NPB realizó recientemente una encuesta a productores, y el 98 % de ellos identificó la salud porcina como importante para el éxito futuro de la industria". Esta retroalimentación define el plan estratégico trienal de NPB, cuyo objetivo es mejorar la vida de los cerdos y las personas, con el objetivo claro de lograr una piara porcina considerablemente más sana. 

Anna Forseth, DVM, directora de salud animal del NPPC, enfatiza la necesidad de una perspectiva más amplia: "era hora de reevaluar las seis prioridades de la peste porcina africana y, potencialmente, ampliar el alcance de los temas en los que trabajamos". Esta nueva estrategia abordará una gama más amplia de desafíos sanitarios. 

Patrick Webb,  veterinario jefe adjunto del NPB, subraya la importancia de una asignación inteligente de recursos. "Los productores porcinos se preocupan por la salud y el bienestar de los cerdos que crían. Las enfermedades endémicas plantean desafíos reales que afectan significativamente la salud, la producción y los resultados de los productores", afirmó. "Considerando las numerosas oportunidades para mejorar la salud porcina en toda la industria, estos recursos nacionales deben asignarse estratégicamente para obtener el mejor retorno de la inversión, y ahí es donde entra en juego la Estrategia Nacional de Salud Porcina". 

Actualmente, los esfuerzos para mejorar la salud porcina pueden parecer dispersos. Se han puesto en marcha iniciativas en diversas áreas, desde la innovación y el diagnóstico en granjas hasta la nutrición, la bioseguridad y la preparación para las enfermedades porcinas. La Estrategia Nacional de Salud Porcina busca aunar estos diversos esfuerzos, creando un marco más alineado y cohesionado que aborde directamente los desafíos sanitarios más urgentes de la industria. 

Una estrategia informada por ganaderos, para ganaderos 
Lo que realmente distingue a esta estrategia es su enfoque centrado en el ganadero. Al recopilar información exhaustiva de productores de todo tipo de operaciones —productores independientes, productores-empacadores integrados, productores de cerdos de exhibición, productores especializados y de nicho, y productores por contrato—, se escuchan las voces de todos.  

“El primer paso clave es recabar la opinión de productores y partes interesadas durante todo el verano”, explicó Petersen. “Preguntamos sobre los principales desafíos para la salud porcina y cómo podemos abordarlos”. También se está encuestando a veterinarios porcinos, nutricionistas, miembros de la industria afines, educadores porcinos y profesionales de la divulgación para comprender a fondo los desafíos actuales y futuros de la salud porcina y cómo la industria puede brindar el mejor apoyo. 

Esta fase crucial de recopilación de datos está abierta hasta el 1 de septiembre. Incluye encuestas en línea y telefónicas, conversaciones individuales y sesiones de escucha en eventos de la industria y foros abiertos. Las asociaciones estatales de porcino serán fundamentales para facilitar esta difusión, asegurando una amplia participación en todo el país.  

Tras la recopilación de información, se formó un grupo asesor diverso para guiar la estrategia. Este grupo incluye a líderes de productores que representan diversos segmentos de la industria, ejecutivos de asociaciones estatales de carne de cerdo, los directores ejecutivos de NPPC y NPB, y sus principales veterinarios especializados en porcino. Su función crucial es revisar los resultados y las perspectivas de la encuesta y, posteriormente, utilizar esta información de la industria para priorizar los desafíos más críticos para la salud porcina. El desarrollo de esta estrategia avanza a buen ritmo, y se prevé presentar una actualización sobre el progreso a los delegados en el Foro Porcino de 2026. 

Se espera que la Estrategia Nacional de Salud Porcina, una vez finalizada, proporcione una dirección clara y un conjunto de prioridades que cuenten con un amplio apoyo de la industria. Como afirmó Petersen: "Nos encantaría ver a todos remando en la misma dirección en lo que respecta a la salud porcina". El objetivo final es una mejora medible en la salud de la cabaña porcina estadounidense, lo que se traducirá en beneficios tangibles para los productores. Estos beneficios incluyen una mayor moral de los empleados, un mayor bienestar animal, menores tasas de reemplazo y, en última instancia, mayores ganancias. Forseth también afirmó: "algunos trabajos pueden tener un componente de educación o investigación para los productores, otros pueden tener un componente de promoción, y todos requerirán el esfuerzo de las partes interesadas capacitadas para trabajar en diferentes áreas". 

Petersen anticipa que la estrategia propiciará una mayor alineación y coordinación entre los diferentes grupos e iniciativas. También destaca que la estrategia abarcará una visión holística de la salud porcina, que trasciende los problemas de microbios y medicamentos para incluir factores vitales como la nutrición, la genética y las prácticas de manejo en la granja. Este enfoque integral reconoce la naturaleza multifacética de la salud porcina y los numerosos factores que contribuyen a ella.  (InfoCerdo)

Te puede interesar
Lo más visto