Carlos Ramayo Navarrete, presidente de la Asociación de Porcicultores de Yucatán aseguró que el incendio de la planta cárnica de Kekén, Sahé, no representará un impacto negativo para la porcicultura local ni para el suministro cárnico en la entidad.

Comentó que la empresa de Grupo Kuo garantizó tanto a los productores como a la población, que el abasto de carne de cerdo continuará sin modificaciones en los precios, gracias a diversas estrategias que ya se estaban llevando a cabo enfocadas a un crecimiento futuro.

Hasta el tercer trimestre del año la producción de carne de cerdo en Yucatán totalizó en 36,733 toneladas, manteniéndose como el cuarto principal productor a nivel nacional.

Por otra parte, Ramayo Navarrete expresó que en la porcicultura yucateca impera una cultura de previsión, por lo que la actividad se encuentra preparada ante cualquier contratiempo ya sea que se trate de un tema de mercado o de sanidad.

Esto incluye a los pequeños y medianos productores, quienes afirmó se encuentran “bajo la sombrilla de Kekén” y aseveró que en caso de verse perjudicados, esto se debería a la depreciación del peso respecto al dólar —provocado por la contingencia sanitaria— y no al incendio, del cual aún se desconoce la causa.

De acuerdo con cifras de la Asociación de Porcicultores de Yucatán, en el estado hay 400 granjas porcícolas, y al menos 50 agremiados están afiliados a Kekén.

Aclaró, además que las 600 tiendas y puntos de venta de Kekén a través de la marca Maxi Carne en la república mexicana continuarán vendiendo carne de cerdo en sus anaqueles, mientras que las exportaciones, que representan el 30% de su producción, seguirán con normalidad.

Respecto a la planta procesadora siniestrada, el empresario yucateco comentó que su existencia obedece al crecimiento de la actividad porcícola en la entidad, por lo que con una posible suspensión temporal, no se supondrían bajas en la productividad en el corto plazo.